miércoles, 27 de agosto de 2008

El camino del emprendedor

Lo primero que aparece en la mente del emprendedor es una IDEA, que con el paso del tiempo se va a afianzando a través de la investigación, de la planificación y de las posibilidades que van surgiendo. Pero no todas las ideas de negocio pueden llegar a convertirse en una verdadera OPORTUNIDAD, por esto, es imprescindible realizar una evaluación certera acerca de la idea y del contexto en donde esta se encuentra inmersa.
Suele suceder que las ideas son muy prometedoras cuando están en desarrollo dentro de la mente del emprendedor, pero al acercar esta idea a la realidad, se convierte sólo en una idea y no en un negocio potencial. Por ende, es necesario analizarla, y un camino puede ser la elaboración de un PLAN de negocio, ya que nos permite realizar un análisis exhaustivo de las posibilidades que existen, de la viabilidad del negocio en ese momento y en ese lugar, de las fortalezas que posee nuestro negocio y nosotros mismos como emprendedores, y las debilidades que debemos minimizar, de las amenazas externas a enfrentar y oportunidades externas que debemos aprovechar (análisis FODA).
Para avanzar en el desarrollo del negocio es necesario identificar nuestros OBJETIVOS, visionar adónde queremos llegar y marcar un camino de acción para cumplir con los objetivos previamente planteados.
Es importante tener una clara DEFINICIÓN del negocio, que incluye la definición de la MISIÓN Y VISIÓN. La definición incluye conocer a los competidores y el mercado en donde estoy insertándome, conociendo al CLIENTE y realizando un ESTUDIO DE MERCADO.
Elegir una ESTRATEGIA nos permite seleccionar el camino para lograr los objetivos, teniendo en cuenta los recursos disponibles, las habilidades y evaluando los riesgos.
Realizar un plan de MÁRKETING que comprenda las variables producto, plaza, precio y promoción; y un plan de COMUNICACIÓN y RELACIONES PÚBLICAS para cada público objetivo.
Luego, es importante distribuir tareas y responsabilidades, si es que tenemos socios, para que a través de esta ORGANIZACIÓN no surjan conflictos internos y el negocio funcione con eficacia y eficiencia.
Una vez planteados todos estos ítems, y analizando la VIABILIDAD del negocio, podemos pasar al análisis ECONÓMICO y FINANCIERO, considerando la inversión inicial, los costos a enfrentar y los ingresos esperados. En el inicio de la actividad, la RENTABILIDAD puede ser nula o incluso haber pérdidas, pero podemos realizar de antemano una PROYECCIÓN DE VENTAS para conocer en qué momento recuperaremos la inversión y cuándo comenzarmos a percibir GANANCIAS.

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